Crónica: Built to Spill (para novemagazine)

Foto portada: promo / Foto interior: Sara Peláez

Hace una semana saltaba la noticia: con motivo del 15 aniversario de Houston Party, los estadounidenses Built to Spill visitarían nuestro país la primera semana de septiembre -junto a Disco Doom como teloneros- con una minigira de cuatro fechas en Madrid, Valencia, Barcelona y San Sebastián. La primera cita tuvo lugar el martes en la sala BUT de la capital y hasta allí nos desplazamos para ver a Doug Martsch y a los suyos en acción.

Poco antes de las 21:30 h, con las guitarras ya afinadas y sin mediar palabra – Martsch no es muy de charlar con el público-, los de Idaho abrían su concierto con el clásico ‘Goin’ Against your mind’ de ‘You in Reverse ‘ (2006). Un arranque potente que nos devolvía a golpe de guitarra e inconfundible batería a los maravillosos 90 y que dejaba claro que, pese a que ya no son precisamente unos jovenzuelos, la banda sigue en plena forma.

Le siguieron ‘In the morning’, ‘Stab’, ‘Liar’, ‘Twin falls’ y ‘Built to spill’, y fue entonces cuando los presentes comenzamos a hacernos a la idea de que esa noche no escucharíamos ningún tema de ese nuevo material que, se supone, lanzarán a finales de este año y del que prácticamente no se sabe nada más. No importó. Más de 20 años de carrera dan para saber defender un repertorio poco o nada novedoso sin resultar aburrido: partes instrumentales que se alargan con giros impecables, la voz vibrante de Doug acompañada de sus característicos movimientos de cabeza frente al micrófono, “pachanga” de punteos imposibles…Un despliegue de maestría musical sobre el escenario en el que no podía faltar alguna que otra versión. El tema elegido para la ocasión fue ‘Orion’ de Metallica, un habitual de sus setlist en directo, con el que llegaban al ecuador de su actuación.

Los aplausos se hacían cada vez más sonoros y largos en el foso de la sala BUT, entre vítores de incredulidad y admiración del estimable al término de cada tema. Tampoco faltaron las peticiones a voz en grito a la banda. El título más repetido, mientras Doug cambiaba alguna que otra cuerda, fue ‘Carry the zero’, pero aún faltaban tres temas más. ‘Kicked it in the sun’, ‘Fly around my pretty little miss’ y ‘Pat’ precedieron a la solicitada ‘Carry the zero’, con la que se despedían del público madrileño antes de hacer el bis.

Tras una pausa de pocos minutos, el quinteto volvía a aparecer bajo los focos para interpretar otra versión, esta vez ‘(Don’t fear) the reaper’ de Blue Öyster Cult, y su conocido ‘ Big dipper’ (‘There’s nothing wrong with love’) . “One more song”, comentaba Doug, e inmediatamente después comenzaban a sonar los primeros acordes del ‘How soon is now?’ de The Smiths. La sala rompía en aplausos y a Martsch se le escapaba una sonrisilla satisfecha.

Quizás eso de terminar un concierto con una cover y no con una canción propia es, a priori, una idea poco aplaudida, pero la versión del mítico single de los Smiths fue de tal calidad musical e instrumental -estoy convencida de que es lo más cerca que estaré jamás de los de Manchester- que se les perdona e incluso se les agradece. Ahora solo queda esperar a que vuelvan a pasar por nuestro país, aunque esta vez con material y disco nuevo bajo el brazo.

 

Publicada en novemagazine, revista desaparecida en 2019. Crónica de 2013.